Sears Holdings, con vista directa al precipicio. La corporación que dirige el magnate Eddy Lampert admite y confirma oficialmente a los inversores de que tiene dificultades y duda seriamente de que pueda sobrevivir. El recorte de gastos y el cierre de tiendas es insuficiente para salvar a la compañía que puso su nombre en Chicago al que en su día fue el rascacielos más alto del mundo.
La declaración de bancarrota se da ya por hecho y eso provocó que sus títulos cayeran más de un 15% en la apertura de Wall Street. Lo único que está en el aire es que para cuándo sera la banca rota. El último plan de re estructuración presentado en enero incluye el cierre de 150 locales y busca ahorros de 1.000 millones. Llegó a un pacto en paralelo con los acreedores para que le prestaran otros 140 millones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario